miércoles, 9 de diciembre de 2015

23

Esta entrada se la dedico a mi yo del futuro, para que vea toda la luz que puede reflejar una mirada con un pasado tan oscuro.




Recuerdo haberme sentado en la esquina de tu cama (desgraciadamente tan transitada) a ver esas series que en realidad nunca veía, porque me gustaban más las promesas que susurraba el aire al entrar en tus pulmones, porque prefería la banda sonora que oía apoyado en tu pecho, con esos redobles tan excitantes propios de tu corazón.

Recuerdo esos cafés con Baylis que me abrasaban las mañanas cuando tu hacías un descanso con tus labios; esas tardes de manos frías que encajaban en tu cuerpo como si fueran un traje a medida, y recuerdo la bandera y las estrellas que sólo brillaban de noche...

Recuerdo tantas cosas...

Recuerdo esas cenas por encargo que siempre iban sin postre (ya nos teníamos), y tu manía de desvestirme por los pies; recuerdo la memoria de tu cuello, que aún hoy se ruboriza si lo acaricio con mis labios.

Mis labios...

Cuanto han sufrido mis labios, más que un paria en un desierto sin agua, más que un náufrago en una tormenta de sal... Y aún así te lloraban.

Mis labios, mi cuello, mi espalda, mis manos, mi pecho, mis piernas... Se ponen de acuerdo cuando te pienso, se ponían de acuerdo, temblaban, se encogían, se dejaban invadir por los escalofríos que producía tu cuerpo en mis pensamientos...

Y te fuiste.

No, te echaste.

Elegiste mal, o bueno, elegiste, mal para mí, mal para nosotros... Escogiste no tenerme al cien por cien, si no al cuatro coma tres porciento, escogiste clavarme una espada en el pecho, y creeme, la que tenías en la cabecera de tu cama me habría hecho menos daño; hiciste que viera nuestra bandera como un velo que debía quemar, rasgar, morder, destrozar... para no ser el único.

Recuerdo el día que nos lloré, el día que te lloré, el día que me lloré, el día que te reíste de mí y de mis lágrimas, el día que deseaba que tus almohadas me robasen todo el aire que respiraba, el día que decidiste que no eras tú, que era yo.

Recuerdo haberme sentado en la esquina de tu cama, pero me fuí, me echaste, y cambiaste las sábanas... Y yo di el portazo, y eché la llave por fuera.

-23-

sábado, 28 de noviembre de 2015

28/11/15 Somos.

"Para mi mejor amiga, una de las pocas luces que me quedan".

Siempre comparamos nuestras vidas con los libros, con aquellas historias llenas de magia y dragones, de malvados hechiceros y de reinos por salvar.

Pero no somos eso, ni de lejos.

Somos mucho más.

Los inocentes unicornios y los imponentes dragones se nos quedan cortos; se nos quedaron pequeños hace ya mucho tiempo. No hay nada que envidiar a esas princesas pastelosas de fácil desmayo, o a esos paladines sedientos de guerras por amor. No nos llegan ni a la suela de los zapatos, ni de coña.

Es verdad que nuestras mentes son palacios de cristal, o que nuestros triángulos estaban tan bien hechos que tenían tres lados; pero no necesitamos un anillo para saber que nos hacemos falta, no nos llegó la carta, pero tenemos mucha más magia de la que puede enseñarse en un castillo.

Que suerte tuve, qué acertado el conjuro que te mantuvo a mi lado.

Quizá soñemos que salvamos un mundo, o que lo conquistamos, quizá dormidos dirijamos ejércitos y prendamos fuego al cielo.

Pero es más que eso; el mundo nos pertenece por derecho, y porque lo digo yo.

Y el cielo. ¡Ay el cielo lo que se pierde! Porque el fuego nos lo guardamos para cuando llegue el frio.

Me encanta la frase: " No hay noche sin estrellas, ni sol sin amanecer" porque nos define.

Somos los puntos del yin y el yan, esos matices de cordura y locura depende de qué plato de la balanza suba.

Soy yo porque eres yo, y eres tú porque yo soy tú. Somos esas sombras seductoras que refleja una hoguera, y somos esa luz que se cuela por las rendijas de tu persiana (yo nunca la bajo). Somos un tablero de ajedrez donde las casillas blancas y las negras se confunden porque de noche todos los gatos son pardos, y donde la reina monta a caballo mientras el rey pinta las torres de rojo.

Somos, y eso es más de lo que muchos pueden decir.

Somos todo cuando volamos por encima del Bien y del Mal, cuando nos falta una micra para comprar almas como locos,  cuando tenemos dos sombras más que el resto en las tardes de agosto, y cuando en todos los claustros hay una placa con nuestro nombre.

Somos sin fecha, sin etiqueta, sin número de bastidor, sin papel de burbujas, que a pelo la vida te sube más rápido.

Somos pensamientos simultáneos a la par que desconocidos, y conversaciones rápidas como solo pueden ser las nuestras.
Lo tenemos todo, y no hay papel en el mundo para escribirlo, aunque existieran las palabras.

Somos fuego, luz, sombra, magia. Qué más da.


Somos, y no quiero que se acabe.

Te quiero.


viernes, 30 de octubre de 2015

30/10/15 Sangre

"No hay nada en esta vida más importante que la sangre. Si reniegas de tu sangre estás perdido."

C.D.C

La sangre. Ese vínculo heredado sin elección, ese legado azaroso del que no puedes huir, ese regalo que no se rechaza.

Antes era un orgullo, alardeabas de ella y le atribuías todos los éxitos y logros. La exaltabas y lucías como un pendón o escudo irrepetible.

Reniego de mi sangre. Reniego de toda ella, de su color, de su sabor, de su brillo.

Reniego, reniego y reniego.

Hoy termina mi linaje, y comienza mi linaje. Hoy se queman los árboles genealógicos y se destruyen los álbumes de fotos. Caen mis antepasados y sus blasones. Fuera. Ya. Adiós.

Niego formar parte de mi estirpe, no soy uno de ellos, aunque mi sangre sea la misma. Mi sangre ya no es como la suya, ya no somos iguales, mi sangre ya no es roja, desde hoy mi sangre es negra.

Negro que atrapará el antiguo rojo, y lo conquistará, lo aniquilará; negro que refleja el alma, espejo del yo infinito que contienen mis cientos de fronteras, bandera que ondea con orgullo mayor sobre los demás pendones.

Reniego de mi sangre.


domingo, 18 de octubre de 2015

18/10/2015 Notas a pie de cama





"Si yo sé lo que es el Amor, es por tí"

H. Hesse



El Ser Humano aspira, por naturaleza, a intentar alcanzar aquello que está fuera de su alcance. El Amor es una de estas cosas.

Cientos y cientos de años han sido suficientes para cambiar los carros por coches, aviones, submarinos... Para convertir las espadas en misiles, para sustituir las cartas por mensajes... Pero aún no sabemos definir el Amor.

¿ A caso puede el hombre definir lo indefinible?

Por muchos significados que le demos, por muchas acepciones que hayamos creado en los diccionarios para esta palabra, no sabemos lo que es el Amor, no lo sabemos hasta que llega ese niño gordo y ciego y nos atraviesa el pecho con una flecha. No lo sabemos hasta que nos fundimos por dentro y nos congelamos por fuera.

El Amor no es, como afirman esos señores que se reúnen para quitar la tilde a "guión" (digan lo que digan es así), un concepto, algo abstracto, que no es material. Se equivocan de cabo a rabo.

El Amor, el de verdad, el que duele, es tan concreto como el suelo que pisamos, es tan real y tangible como las piedras de un palacio. Es sólido, duro, denso...¿ O a caso si te golpeas con un concepto abstracto te haces tanto daño?

No.


El Amor aparece cuando te quedas embobado mirando una foto, varias veces al día; cuando cierras los ojos y sólo con pensar en él sonries. El Amor no es un "qué", es un "quién".

Y ese "quién" pasa a encabezar la bandeja de entrada de tu vida, se cuela entre los puntos del día, se acurruca junto a tí en los intercambios de clase, o te acompaña a fumarte el cigarrito del descanso.

El Amor es ese par de labios tan de tu talla que te pruebas mil veces pero que sabes que nunca te podrás comprar (porque no tiene precio). El Amor son esos brazos entre los que sientes que ni una glaciación podría congelarte. El Amor son esas dos alas que te han hecho a medida y que has pagado a medias.

... Dificil esto, eh.


El Amor es la manta, y el sofá, y el helado en esa tarde de lluvia de domingo; es ese abrazo al rojo vivo que se te tatúa en el alma y que no se quita ni con laser; es ese beso de buenas noches y esa respiración ajena por la mañana. El Amor es esa taza de café caliente para desayunar en la cama, y la sábana revuelta sobre el colchón.

El Amor, ese Amor, es tan bello que es cruel y tan sano que es adictivo. El Amor te arrolla sin piedad y te abraza en la caída, el Amor...

Un día se va.


Se va o al menos es lo que creemos; nos quedamos fríos, indefensos, desnudos, sin ni si quiera aquella arrugada sábana que sobraba la noche anterior...

Se va y duele.

Duele mucho, muchísimo, infinitamente, pero si se fué es por una razón muy sencilla: Vendrá otro mil veces mejor. Mil millones de veces más puro y fuerte.

Y así Amor tras Amor, hasta dar con el último de la fila, con ese que no reservó la butaca por adelantado. Ese que se perdió veintitrés veces y llega justo al final de la función (pero llega).

Y amas.

Amas como nunca amaste, y entiendes por fin que la definición de Amor no existe, que la vas construyendo poco a poco, golpe a golpe, beso a beso, hasta que pones el punto final.

Y cuando la lees, sonries, y sabes que lo que tienes, a quién tienes, es, ha sido y será El Amor de tu Vida.

Hasta entonces, sólo pensar...



¿Qué es el Amor?



martes, 13 de octubre de 2015

13/10/2015 Locura: palabra de nivel 7

Esta entrada se la dedico al único profesor de lengua y filosofía al que apreciaré y del que guardaré buenos recuerdos, ya sea simplemente porque su "rigor" me da collejas varias veces al día o porque posee esa pizca de locura que tanto deseo. Gracias F.J.T.V



La locura es un privilegio en este mundo insípido y desemantizado, un privilegio tachado de enfermedad por aquellos que anhelan padecerla, sufrirla, o mejor dicho: Disfrutarla.

¿Qué sería de nosotros sin un poco de locura al día? Debería ser una droga gratuíta, deberían incluirla en la Seguridad Social...claro, que estamos como para que nos den algo gratis, aunque sea una pizca de locura.

Locos, benditos locos, que no necesitaron ni éxtasis ni estigmas para encontrar la felicidad. Qué suerte estar loco. Pero estarlo con certificado y diploma, que luego no hay nada para colgar en la pared y no se lo cree nadie.

Como una vez dijo mi filósofo favorito (si, eso existe) "En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón."

Esto es cierto. Alocadamente verdadera esta afirmación. En el momento en que empiezas a amar a alguien (amar de verdad, ni sucedáneos ni derivados, gracias) o algo, la locura se te cuela por entre los botones de la camisa, se acurruca junto al DNI y se sienta junto a tí en el bus. Y ahí es cuando comienza el juego...

Ah, y siempre se ama por alguna razón, por loca que sea.

Un juego hecho, diseñado, destrozado y rehecho por uno mismo, donde las reglas las pones tú, y si te da la gana te las saltas, eso sí, tienes que pagarte la multa pertinente, por favor, un poco de formalidad.

Un juego en el que barajas las cartas en un cubilete y cuentas doce porque son las seis de la tarde, y encima está nublado. Un juego cuya meta es volver a empezarlo, pero cambiando el color de la ficha (me pido el alfíl) y donde los comodines valen tantas veces como te salga a tí de la oca.

Esto es la locura, pintar un cielo de verde porque conjunta con tus pantalones, y pintar gatos con dos lenguas por si quieres comerte una para almorzar (venganza cumplida) y tomar el té con un conejo y un mapache porque el sombrerero está hasta abajo de trabajo.

Esta es la locura señores y señoras, damos y caballeras...o no, quién sabe, quizá la locura es tal que ni si quiera existe, y se la inventan los locos para hacerse los interesantes...hmmm...tendré que meditarlo, le preguntaré a mi mesilla de noche, a ver si sabe algo...

¡Benditos locos! Aquellos que saben que lo son y se lo guardan para no compartir esa especiada locura, suertudos esos que sin querer mueven las blancas para comerse las rojas y contar veinte y caer en la posada, que hay que cenar y no hay tiempo para ir al super.

Quién sabe, quizá un día podamos ir a la farmacia y, enseñando la receta, podamos decir: -"deme tres tabletas de locura, que tengo los finales a la vuelta de la esquina y veo que de esta no salgo". Quién sabe, igual estoy tan loco que estoy escribiendo esto en un vaso de agua y no me importa, o quizá soy un pobre cuerdo que por envidia desea estarlo.


Pero, ¿ y qué? No os asombreis, ¿A caso todo esto que digo es una locura? ...Pues ojalá.

lunes, 5 de octubre de 2015

05/10/15 Caza de alegorías

¿Por qué amor? ¿Por qué aún no eres capaz de decirlo? Es una sencilla frase: "te echo de menos", sucedáneo de "te quiero" o mejor dicho "te quiero, pero soy un cobarde".

Aún a día de hoy, que no me tienes, que no te tengo, hoy, que ya no nos quedan balas en la recámara y que el gatillo maúlla pidiendo socorro...aún hoy no te atreves a utilizar la frase que abre todas mis cerraduras, esas cuatro palabras que destrozarían este fuerte a base de ajenos que me he construído. ¿ Por qué, amor? ¿Por qué?

Te empeñas en ignorar cada gesto que hago, cada movimiento con el que me pongo a tiro, soy un buen blanco, es verdad. Prefieres la caza menor, y desdeñas los guiños con que intento llamarte.

Es tarde amor, ya me han visto los furtivos, ya corro lejos de tí, para no acabar muerto, ya huyo de tu lado, esperando que en la noche la sombra de la Luna me acune y me proteja

Es tarde, amor....pero mejor tarde que nunca.

domingo, 27 de septiembre de 2015

27/09/2015 "Bienvenidos a esta irónica humanidad"

Siempre pensé que el hombre había conseguido llegar muy lejos. Lejísimos. Falso.

El Ser Humano se ha creído que es invencible, invulnerable, que nada puede frenar su avance contra el reloj de la naturaleza. Se ha pensado que puede pararlo, retrasarlo, adelantarlo o incluso cambiar sus agujas por un par de luces "led".

Ilusos.

Sí, hemos llegado a la Luna, hemos llenado los alrededores de nuestro hogar de cientos y cientos de armatostes metálicos; hemos conseguido ser capaces de destruir la población mundial gracias a una reacción radiactiva; hemos creado y mejorado enfermedades para las que no tenemos cura (otra manera muy creativa de matar).

Hemos subyugado al noventa porciento de las especies animales, hemos fabricado otras tantas; hemos conseguido que un olmo nos dé peras; hemos construido estructuras que se descojonan de Newton y su manzanita, hemos moldeado bahías, playas y bosques como si fuésemos niños jugando con plastilina, hemos aprendido a matar bebés y viejos (que valientes), nos recreamos con sacrificios animales como hace mil años, solo que ahora se llama cultura, hemos plagiado cientos de dones que la naturaleza otorgó a otros seres.

Necios.

Hemos confiado nuestras vidas a especímenes que no saben hacer un examen de selectividad, votado a gentuza que gasta nuestro dinero en trajes y zapatos, hemos deformado la democracia griega hasta tal punto que la pedimos a gritos por las televisiones. Hemos destrozado la mitad de los recursos del único planeta habitable conocido, y la otra mitad la poseen esos chimpancés con corbata. Hemos matado, asesinado, asolado, masacrado "qués" y "quiénes" a diestro y siniestro.


Y aún así algunos tuercen el gesto cuando ven a dos mujeres de la mano.

Aún así la gente murmura cuando dos hombres se besan.

Aún así hay hoy estúpidos que se escandalizan cuando alguien se enamora de un alma y luego cae en el cuerpo.

Pedidme que os soporte, que os sufra, que os aguante; pero jamás os comprenderé, y mucho menos merecereis mi respeto.

Lo siento, pero suficiente con esto que os dedico, humanos.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

23/09/15 Tormenta de sombras

Siempre he tenido cierta fe en los dichos y frases de mis abuelos, esos que siempre parecen cumplirse.

Pero son mentiras. Mentiras, mentiras y más mentiras.

Si fuesen ciertos hoy no me aplastaría el peso de estas putas sombras que me abrazan, que aunque con el tiempo les he cogido cariño, pesan.

Podría sonreir, y por dentro también, sin engañar por una vez a esa parte de mi cerebro, mi corazón, o lo que sea que siempre se traga eso de que ya no te quiero, que ya no me haces falta.

Pero, en el fondo, cada fibra de mi ser, cada hilo de mis pensamientos, cada palmo de mi piel, tiemblan y se revuelven tanto cuando te veo (o incluso sólo con pensarte) que me atemoriza explotar y dejar de sentir(te), Y es que sólo tu olor basta para derrumbarme, para tirar por la borda todo, para desmenuzar los muros que construí a base de mis cadáveres (todos los mataste tú). Solo verte hace que un millar de tormentas me atraviese de lado a lado, y consigue que todos mis puntos cardinales huyan y se escondan de esos rayos de todos los colores.
Sólo tu bastas para matarme y devolverme a la vida a capricho, y si, puede que para amar haya que ser valiente, pero quererte me hace débil, vulnerable, y no me quedan fuerzas para lucharte

Así que me quedo con las sombras.

lunes, 21 de septiembre de 2015

21/09/15 La Universidad



¿Qué es eso? ¿Podemos comernoslo? La palabra universidad viene de la palabra universo, uni- verso, una sola parte, un todo.

Eso es lo que es, el comienzo de un todo que no incluye lo anterior, la puerta por la que entras y que se cierra desde fuera.

Eso es, lo vais pillando.

A partir de hoy comienza vuestra vida, vuestra historia, hoy cerrais el prólogo y escribís el primer capítulo. Empezais a vivir de verdad, a poner las sábanas de lo que un día será vuestra cama, destrozais la cuna con barrotes y la cambiais por ella, sin límites, sin barreras.

Empezareis por la bajera, y poner una de esas sólo es complicado, pero se puede. Se puede si se quiere.

Y eso es lo importante, que se quiera.

Habeis decidido, es vuestra elección, habeis elegido ser médicos, enfermeros, filólogos, historiadores, biólogos, profesores, letrados, ingenieros, traductores...

Porque quereis.

Espero que jamás os entren ganas de abrir esta puerta desde dentro, y menos saltar por la ventana.

Espero que os sintais vivos, plenos, completos, porque debeis, y porque podeis.

Muchísima suerte, y ánimo, y fuerza.

Feliz Universidad

jueves, 20 de agosto de 2015

20/08/15 Dragones Cansados

Estoy cansado de cambiar siempre de rumbo, de no saber nunca qué estrella seguir, estoy harto de que me acaricien el lomo para que me calme, y calmarme, para que sus esfuerzos no sean en vano.

Estoy cansado de ser siempre el que choca contra el acantilado y cae al mar, el que duerme en un volcán por miedo al frio, pero que se va de vacaciones a los polos.

Estoy cansado de ser el de los dientes y las garras, cuando otros tienen armas de destruccion mas IVA

Y las usan

Estoy cansado de que la gente aplauda cuando caigo en picado e intento remontar el vuelo sin éxito, y más cansado aún de no encontrar la corriente perfecta

Estoy cansado de dormir en una cueva protegiendo un tesoro para que otros poco a poco me lo roben

Y no pueda hacer nada

Estoy cansado de ser siempre el dragon de la historia, ese al que al final matan en contra de la princesa ( por si me la cargo)...y más aún de que el príncipe o la princesa se vayan con el primero que luce armadura brillante.

También yo tengo armadura ¿sabeis?
Pero a nadie le importa (claro, como no brilla...)

Pero soy yo el que las pule, el que las funde con su fuego para hacer unas nuevas, el que las golpea hasta que adquieren la forma deseada.

Pero os da igual

Espero el día que las naciones vuelvan a mostrar dragones en sus banderas, pendondes, grímpolas y estandartes; el día que busqueis nuestros tesoros, y nos caceis para gloria de vuestro pueblo. Que nos receis y venereis como en tiempos de mis abuelos, cuando nuestro fuego ganaba vuestras guerras....

Pero no estaremos

Nos esconderemos de vosotros, creidos caballeros de armadura brillante, y nos comeremos a vuestros príncipes hambrientos de gloria y honor, sólo para, como siempre, haceros caer en la cuenta de que un día tuvisteis lo que hoy deseais.

Y el tiempo pasado nunca vuelve, lo sientimos.

martes, 18 de agosto de 2015

18/08/15 Bienvenid@ a mi cuento

Quiero hacerte gemir

Hacer que suspires todo lo que sientes por mi


Quiero vendarte los ojos con el placer que nos sobra, porque es demasiado para dos.

Quiero volar contigo sin moverme de la cama, y ganar un oscar por esta pelicula que hemos creado
 Y que disfrutes del cuento en el que el principe azul no necesita princesas para llegar al "final feliz"

Quiero acabar agarrado a tus orgasmos bebiendo de tu voz en vez de comer perdices...

Sentirme como la ultima copa de la noche en tus labios y el cafe de por la mañana en tu boca

Quiero que finjas ser un angel caido que me ha seducido a traicion para poder justificarme ante las armaduras ( o sotanas) de los soldados que quieren prenderme por amarte

Quiero decirles que me encadenen, que me golpeen, que me conviertan, pero que nadie puede abrasarme como lo haces tu con tu fuego cielo

Les dire que el cielo no es lugar para mi, que las alas no me durarian mucho, que prefiero bajar a caer, que es mas digno.

Les dire que si me buscan estare en nuestro infierno privado, ese donde el fuego solo calienta lo que de por si ya arde, ese que pintaste para mi en el techo de tu cuarto que tanto solemos mirar, ese donde arden los principes que no encuentran princesas porque se han acabado los cuentos de Disney, ese donde los domingos nos cazamos y comemos enteros

Soy egoista mi vida, lo soy
Odio el aire que te rodea porque puede estar mas cerca de ti que yo, la luz del sol porque acaricia tu piel con mas ternura, la lluvia en un dia sin paraguas porque se cuela por entre tu ropa mas facilmente que yo.

Creeme que me gustaria no ser humano, no tener que separarme de ti nunca, poder mirarte a los ojos y sentir que la eternidad es nuestra, que ya se nos acaba la hipoteca y esta para entrar a vivir,

Creeme, o al menos intentalo, que mis contraseñas son tus manos y mi  historial recuerda cada centimetro de tu cuerpo.

Soy egoista si, pero el infierno, la eternidad, y mi parte de ti son mios

Y pienso defenderlos hasta que el ultimo angel del cielo reconozca que esto es amor, y no la guerra.

domingo, 16 de agosto de 2015

16/8/15 ¿Y qué más da?

Hay momentos en los que es inevitable sentirse mal, situaciones que te destrozan por dentro y licuan las mariposas (pobres) "okupas" de tu estomago. Hay ocasiones en las que el aire no te llena los pulmones a pesar de su mania de entrar y salir de ellos constantemente.

Hay días que la mejor decisión parece ser la de quedarse en la cama con la cara tapada, sin arriesgarte a perder esas sensaciones tan placenteras como inútiles: el calor en los pies, la suavidad de la almohada, el sonido del roce de tu cuerpo contra el colchón...

El miedo a vivir es lo que te hace "cogerle cariño" a las sabanas, claro, son mucho mas comodas, y su roce no produce heridas....

Pero vivir de verdad...

Vivir de verdad, de golpe y porrazo, a diestro y siniestro, sin paracaidas o red al fondo del circo, sin casco ni rodilleras, sin vendas ni mercromina en el botiquín...eso no tiene precio, no tiene comparación. Y merece la pena.

Merece la pena correr el riesgo de caerte delante de mil espectadores, el de estrellarte contra el suelo a la velocidad del sonido, el de abrirte la cabeza (así caben más cosas), el de sentir rasguños, arañazos y raspones y no ver que sangran hasta que termina la carrera...

El riesgo es la prueba de fuego que demuestra la valentía de una persona. Es la pegatina roja del equipo de campamento, es la cruz colgada al cuello o la bandera atada a la cintura. Es esa pregunta que envías con los ojos cerrados por whatsapp, es esa sonrisa venida a más, es ese calor en febrero al acercarse a alguien, esa sensación de caida libre donde lo único que quieres es no llegar al suelo porque no quieres saber qué hay abajo (o qué no hay), porque no tiene importancia estando rodeado de aire, porque es incomparable.

Al llegar abajo sientes una pequeña decepción (del tamaño de Rusia más o menos) y te ves rodeado de nieve, hielo, frío, y nada más.

La gente ante esto suele empezar a andar en círculos, a buscar algo que elimine su miedo a estar ahí, solo, perdido, desorientado, hambriento y muerto de sueño. Otros en seguida tiran de manual y encienden fuego, se cobijan en cuevas y comen bayas. Da igual.

La estupidez humana seguirá impidiendo que pienses desde dónde te has tirado. Desde un avión ¿no?, mira hacia arriba y verás que descienden a por tí, ellos han conseguido que volases:
 ¿cómo pensar siquiera que son capaces de abandonarte?